Historias Duchenne: Jessica y Juan Esteban


Hoy comienza una nueva etapa en El Desafío de Pablo, una etapa llena de otras perspectivas, otras vidas y otros desafíos contra Duchenne & Becker.

Vamos a contaros como se vive en España y en otros países, como se enfrenta cada familias y cada paciente, como se lucha, como se sufre y como se es feliz por encima de todo.

Vais a conocer a muchas familias nuevas y vais a poder poner todas las caras que tiene esta enfermedad en sus diferentes etapas.

Esta sección va a estar llena de generosidad, porque todas las personas que nos van a prestar su testimonio lo van a hacer con el propósito de de ayudar a otras familias que se enfrentan a Duchenne y de concienciar al mundo de lo que es vivir con una enfermedad rara, degenerativa y sin cura, y ayudar a otras familias

Espero que por aquí pasen madres, padres, pacientes, abuelas, tíos, amigos, hermanos, porque la DMD y la DMB no afectan solo a una persona, también cambian el mundo de los más cercanos y todos tienen una historia que contar.


Como es el caso de Jessica, que nos acompaña para inaugurar las sección.

Jessica es la mama de Juan Esteban. Es una mujer fuerte, llena de fe, que fundó y que preside la Asociación Duchenne en Chile.

Yo conozco a Jessica desde hace unos años, pero no nos hemos visto nunca en persona. Jessica es una de esas personas increíbles que Duchenne pone en tu vida y con la que compartes miles de cosas a través de las redes sociales. Compartes sentimientos, miedos, alegrías, esperanzas y sabes, bueno ella más que yo porque ha recorrido mucho más camino, lo qué estamos viviendo sin ni siquiera habernos visto.

Jessica perdió a Juan Esteban el 23 de diciembre de 2019 y con todo su dolor, me contactó desde el primer momento para contar su experiencia y «compartir lo que viví con Duchenne por 29 años» con el inmenso propósito de seguir ayudando a otras familias de nuestra comunidad Duchenne.

Y, sin más, os dejo con su testimonio


¿Con qué edad recibisteis el diagnóstico? ¿Cómo fue?

Cuando le diagnosticaron la enfermedad a mi hijo Juan Esteban tenia 6 años y me cambió la vida completamente. Ya nada fue igual, ya que nadie está preparado como asumir sin problemas que tu hijo tiene DMD.

¿Cómo fue evolucionando la enfermedad?

Lentamente comenzó a perder fuerzas en las piernas, brazos y corazón. Sin embrago, nunca presento una neumonía y se mantuvo estable. El avance se presentó a los 28 años.

¿Con qué cuidados, terapias o/y medicación habéis contado?

Siempre seguimos todas las indicaciones médicas como terapias con kinesiologos, terapeutas y, lo más importante, piscina.

¿Cuál fue la mayor dificultad?

Lo más difícil fue cuando comenzó a asistir al colegio y tener que explicar a los profesores y padres qué era la Distrofia Muscular Duchenne.

Y reinventarme y comenzar a difundir que el colegio al que comenzaría asistir debía tener accesibilidad para las personas con algún grado de discapacidad. Conseguí tramitar en Chile el primer colegio integrado para personas con discapacidad.

¿Cómo cambian las relaciones familiares o las amistades viviendo con Duchenne?

En nuestro caso, a pesar del diagnóstico, como familia y con nuestras amistades fuimos capaces de sobrellevar con alegría la enfermedad.

¿Cómo han sido las relaciones con otros pacientes/familia?

Las relaciones con otros pacientes fueron muy buenas, Juan Esteban hizo amistades tanto acá en Chile como en las redes sociales de otros países y siempre aconsejaba y compartía sus experiencias de vida y se sentía feliz compartiendo con jóvenes de su edad.

¿Cómo era el día a día con Duchenne?

De lo más normal. Si bien fue difícil, nos sobrepusimos como familia al pronóstico médico, ya que tuve que desarrollar y fortalecer a mi hijo, con sentido del humor, siempre con un lado alegre y positivo y tratándolo con las mismas expectativas con que se trataría a un hijo normal.

Háblame de las aficiones o cosas que más disfrutaba tu hijo.

Mi hijo fue totalmente dependiente. Le gustaba mucho leer, dibujar y pasaba horas jugando playstation. Fue a la universidad, estudió ingeniería de ejecución en informática. Trabajó y dedicó toda su vida ser feliz.

¿Qué le dirías a alguien que acaba de ser diagnosticado?

Tienen que fortalecerse. Busquen ayuda porque nadie nace preparado para asumir sin problema lo que su hijo tiene.

Cuando se enfrentan al diagnóstico, a los padres les digo que siempre hay que vivir el presente, que no se adelanten al futuro porque la ciencia avanza y de aquí a unos años más puede cambiar el panorama, y deben tener esperanza.

¿Hay algo bueno que puedas sacar de todo esto?

Lo más lindo que puedo sacar de todo esto, es ser la fundadora y presidenta de la Asociación Duchenne Chile. Jamás perdí la fe y la esperanza ya que la Asociación se creó para acompañar a los pacientes con Duchenne y sus cuidadores, en la búsqueda de mejoras en su bienestar y calidad de vida.

Buscamos mejorar la calidad de vida de los pacientes para que se mantengan como activos protagonistas de su vida, ya que nuestra gran visión es ser una red de apoyo y testimonio de trabajo colaborativo propositivo y con sentido de unidad y amor.

Se buscan historias Duchenne & Becker

A veces me sorprende la capacidad que tenemos de normalizar nuestra vida y vivir si apenas darnos cuenta de que Duchenne nos marca el día a día.

Hemos normalizado las terapias como si fueran unas extraescolares más, vamos a la piscina como si fuéramos a aprender a nadar, no llevamos el ritmo de los demás niños y no nos damos ni cuenta, las medicinas acompañan el desayuno y la cena como si fuera lo que hace todo el mundo, los masajes antes de dormir son como lavarse los dientes…y así con todo.

Hasta la lucha contra Duchenne es como si fuera lo normal que hace el resto; ya no concebimos la vida sin enfrentarnos a la enfermedad. Los baches emocionales son comunes y los superamos sin mayores problemas y no pasa nada.

Y esto, que en parte es normal para llevar una vida plena y feliz, hace que muchas veces los demás no vean lo que es en realidad vivir con Duchenne. Sobre todo en la etapa que estamos viviendo nosotros con Pablo, en la que la enfermedad no muestra aún su peor cara.

Pero a mi me gustaría ponerle todas las caras a Duchenne y esto solo es posible si me ayudáis con vuestros testimonios vitales, vuestras vivencias, vuestros peores y mejores momentos.

Por eso os pido que me echéis una mano y me contéis qué es para vosotros vivir con Duchenne o con Becker.

Me gustaría contar con vuestros testimonios, anónimos o no, y que nos contarais cómo fue vuestro camino al diagnóstico, cómo ha ido evolucionando la enfermedad, qué os gusta hacer, cómo es vuestro día a día, cómo os ha cambiado la vida, a qué dificultades os enfrentáis cada día.

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Muchas gracias

Vuelta al cole, sí gracias

Pues por aquí seguimos, tras volver de unas vacaciones rápidas que tuvimos en modo escapada por si nos vuelven a confirmar (menos mal) y después de empezar el cole con ilusión desmedida después de 6 meses en casa sin relaciones sociales infantiles ni aprendizajes, ni nada.

Porque, qué queréis que nos diga, Pablo es feliz en el cole y precisamente por esa felicidad no hemos dudado en ni un momento cuando ha tenido que volver al cole. Desde el principio decidimos que llevarle era lo mejor y así lo hemos hecho.

Y diréis ¿y estos locos? ¿Y si el niño se contagia? ¿Y si ellos se contagia? ¿Pero el niño no es de riesgo? Pero los corticoides no le exponen a un sistema inmunodeprimido?

La cosa es que un poco locos sí estamos, porque la vida se lleva menor con un poco de locura, pero no hemos tomado la decisión de llevar al cole a Pablo sin pensar; le hemos dado alguna que otra vuelta, hemos preguntado y hemos analizado los riesgos para un niño de su edad, que dado el desarrollo de la enfermedad en él son pocos.

Qué puede tener complicaciones, como todos, pero en principio no es especialmente vulnerable. Qué los corticoides le exponen inmunológicamente, puede ser, pero también se prescriben corticoides para las complicaciones pulmonares y toma antioxidantes y vitaminas y es un niño que, aunque tiene Duchenne, está sano.

Además, hemos puesto en la misma balanza de riesgos los beneficios que Pablo obtiene del cole: relaciones sociales, aprendizaje en grupo, contacto con niños de su edad, retos educativos, motivaciones y experiencias, respuesta conductual, apoyo y terapia, independencia, libertad, autosuficiencia, ilusión, amistad, felicidad…y los beneficios han ganado por abrumadora mayoría.

Además, en el cole se toman todas las medidas adecuadas, estamos seguros de que son lugares protegidos, con profesionales que lo dan todo por proteger a nuestros niños.

Mañana lo mismo os cuento que nos hemos equivocado, que las medidas no han bastado, que estamos en cuarentena, pero Pablo es tan feliz que estamos seguros que llevarle ha sido una gran idea y todas las medidas de limpieza, desinfección y cuidado constante en casa merecen la pena.

Y es que os voy a confesar algo, yo no quiero un niño gris, en casa encerrado, lleno de miedos, sin vida, sin ganas de comerse el mundo…yo quiero un niño vibrante, llenos de inquietudes, repleto de color y vida…y creo que eso solo se consigue dejando el miedo a un lado.

Está es nuestra decisión, que también os digo, no sé cuánto tiempo nos va a durar, porque mañana pasamos a ser zona restringida, pero por el momento, Pablete sigue yendo al cole.

VIVIENDAS ADAPTADAS. Testimonios de familias Duchenne

Buscar una casa baja o de una planta, dejar la casa en la que vivimos o adaptarla con muchísimo dinero, pocas ayudas y difíciles de pedir, rentas que no llegan, familias endeudadas, grúas, salvaescaleras, elevadores, sillas de ruedas, baños amplios, habitaciones grandes, duchas espaciosas….y el mercado de la vivienda por las nubes.

Desde que el otro día publicara el vídeo sobre la dificultad de adaptar la vivienda o encontrar una ya adaptada o con posibilidades de hacerlo, he recibido muchos mensajes y comentarios que han puesto de manifiesto, a qué nos enfrentamos cuando intentamos encontrar un lugar que reúna los requisitos para que, dentro de lo complicada que se va haciendo vivir con una enfermedad incapacitante, podamos vivir cómodamente.

Hoy os traigo una recopilación de esos mensajes y experiencias vitales de familias con Duchenne que ilustran, mejor que nada, como es nuestra vida. Os pido por favor que lo leáis y que así podáis conocer un poco más nuestra realidad. Miles de gracias.

A qué nos enfrentamos

«….nada fácil conseguir vivienda adaptada, ni siquiera el ancho de las puertas permite entrar una silla de ruedas… ayudas no muy fáciles de solicitar, mucho papeleo e incluso a veces en función de la renta, y, lamentablemente, la enfermedad no va ligada a la renta que tengas. En mi caso también me preocupa mucho este tema, pues físicamente te destroza cargar con un niño de casi 9 años para casi todo, subir al coche, ir al baño, lavarse los dientes, entrar en la ducha o bañera, pasar de la silla al sofá, cambiarse de ropa … infinidad de cosas que no ves si no estás ahí día tras día. Hay que plantearse el futuro (sin perder la esperanza) pero hay que ser realista….La adquisición de una vivienda decente es costosa, pero si encima se necesita adaptada, es misión imposible.»

Ayudas, pocas y difíciles

«… el día a día es un quebradero de cabeza… [Mi hijo] ya desde hace tiempo no puede subir escaleras, hay que ayudarle y se le nota que cada vez le cuesta muchísimo esfuerzo subir, de hecho prácticamente le subimos nosotros. Mi casa es pequeña, una casita adosada con los dormitorios en la planta de arriba. Pedimos un presupuesto poco antes del estado de alarma de una silla salvaescaleras y cuesta nada menos que 8.000 €. Aunque primero pensé en una plataforma elevadora, pero no tengo hueco para ello. A lo que me refiero, que una familia normal, con un presupuesto para vivir al día, pagando gastos diarios y sin lujos, estas cosas se nos van de las manos. Se que hay para solicitar una ayuda, que tiene un plazo y sólo sale una al año y ni siquiera se si con estas circunstancias llegó a salir, pero sólo te pagan un tanto por ciento. Pero primero tú tienes que desembolsarlo claro…En fin, que dándole vueltas estamos pensando en cómo y de qué manera lo podemos hacer. Es un dolor de cabeza día tras día. ¡Una incertidumbre total!»

Todo lo que necesitamos

«Nosotros vivimos en un piso un 3° del que no podemos salir si no funciona el ascensor. Hemos tenido que adaptar un baño y hacer la ducha más grande sacando el bidet y el mueble que teníamos, ampliando la puerta poniendo una corredera de cristal; las otras puertas están ya rayadas del paso de la silla y tenemos la grúa ocupando la ventana del cuarto y las sillas de ruedas ocupando parte del salón … lo tuvimos que pagar todo nosotros, la grúa no entra en el catálogo de la seguridad social, lo del baño las ayudas no nos las dieron por exceso de ingresos como si fuésemos ricos…Queremos cambiarnos a una casa, pero es complicado encontrarla de planta baja y a un precio razonable.»

Pensando en el futuro

«Nosotros vivimos en un piso de 70 metros cuadrados, en segunda planta. [Nuestro hijo] tiene casi 8 añitos y la verdad que desde hace poco tiempo sí que pienso en el futuro. Creo que no va a ser posible vivir aquí. Yo he pensado en quitar los marcos de las puertas, pero al escucharte en el vídeo sobre qué pasaría en caso de incendio, ya me has preocupado! No había caído la verdad. Ahora mismo lo cogemos a cuestas, pero en un futuro cuando esté grandote, va a ser muy complicado…»

Casas que cumplen requisitos, pero….

«Nosotros vivimos en un segundo sin ascensor y, además, las escaleras tienen los peldaños más altos de lo normal. A parte de eso, sí que es un piso cómodo, con habitaciones amplías y baños y cocina también. El problema es que es obra de más de 50 años, con lo cual se tiene que invertir muchísimo dinero en reformar y adaptarla a las necesidades de los niños. En mi caso son 2, así que me estoy planteando, con muchísima pena, mirar otro tipo de viviendas

Haciendo malabares por una vivienda adaptada

Nosotros vivimos en un tercer piso con ascensor muy pequeño. Solo podemos subir la silla ruedas manual, la eléctrica no entra. Alguna vez nos hemos encontrado el ascensor averiado, y lo he tenido q subir en brazos pero sé que muy pronto no podré. De hecho ya en la ducha he metido una silla de plástico para no tenerlo que levantar desde el suelo ducha. El año pasado tuvimos que vender este piso […] para conseguir la entrada de un piso nuevo adaptado que nos entregarán dentro de uno o dos años. Tuve que dar una entrada de 50.000 euros, el piso al ser adaptado tiene más metros cuadrados y es el más caro […] Si no daba la entrada no tendríamos piso, así que aquí estamos viviendo en alquiler en el que era nuestro piso. Por otro lado, el nuevo piso me da miedo de q sea un séptimo y no una planta baja. Cómo se estropee ascensor ahí ni subimos ni bajamos.

Salva escaleras: una solución con muchas cosas que considerar

«… yo vivía en un tercero pero era de dos plantas, así que me hipotequé otra vez y compramos la casa, ya hecha con ideas de un futuro. La verdad es que no pensábamos que dejaría de caminar tan rápido. Está es de dos plantas pero se hizo con la escalera más ancha con vistas al salva escaleras con plataforma, porque al llegar arriba en salva escaleras había que coger en brazos para pasar a la silla de ruedas. Esto es duro, encima caro, no hay ayudas y para las que hay, mil requisitos y como encima seas autónomo piensan que eres rico. Esperando respuesta de vivienda […] ando.»

Dos plantas, un elevador

«Lo mejor es una planta baja. Ahorra muchos quebraderos de cabeza. En mi caso como vivimos en un primero y el bajo también es nuestro, yo puse un elevador, que me costó una pasta, por lo caro y todo el papeleo y obras que tuvimos que hacer, salió por 25. 000euros!!»

Un bajo sin ascensor

«Yo vivo en un primero que en realidad es un bajo y es muy cómodo no depender del ascensor. En casa de momento tengo pocas adaptaciones aún. En el baño una silla adaptada para facilitar la ducha. [Mi hijo ] se desplaza por la casa en un taburete con ruedas, no usa la silla de ruedas dentro de casa y eso facilita mucho los traslados porque los hace él solo a la cama y al asiento de la ducha. Su fisio dice que el desplazamiento con el taburete le ha venido muy bien porque hace mucho ejercicio con las piernas y mantiene una autonomía grande dentro de casa. Le ayudamos en otros desplazamientos pero cada vez pesa más (ya son 16 años y 38 kg.) y cada vez es más complicado. Ahora estamos en la playa pasando unos días y está resultando una paliza.»

Lo mejor, casa de una planta

El ámbito más adecuado para encontrar cada adaptable, porque uno luego debe adaptarla a sus necesidades, son casas terreras. En edificios siempre es muy complicado.

Una casa con posibilidades y más consejos

Nosotros lo que hicimos es comprar una casa baja y fuimos haciendo la obra. Pusimos el baño en una habitación, para tener bastante espacio, ya que en los pisos suelen ser pequeños. La bañera la pusimos elevada, para que pudiera entrar una grúa (ya que en las duchas de suelo salíamos todos calados). Las puertas de 80cm. […] para alguna obra pedimos alguna ayuda del Imserso […]. Hay urbanizaciones con accesos ya realizados, rampas o ascensor. Pensar a futuro, como máximo un segundo piso […] Salón no de paso, pasillo con espacio para que gire una silla y espacio para camilla de fisio. Yo eso es lo que busqué. Y hacer números antes de que nos dijeran precios o antes de que nos entrara una propiedad por los ojos.»


Foto de Casa creado por freepik – www.freepik.es

 

Buscando una casa adaptable

Después de muchos días sin contaros cosas de nuestra vida, volvemos con un vlog en el que os contamos en qué hemos estado ocupados.

Ha sido un mes lleno de cosas rutinarias, retomando las terapias y en el que, además, nos hemos lanzado a buscar una casa donde vivir ahora y en el futuro.

Esta siendo una labor compleja, dadas nuestras necesidades, y a lo largo de esta búsqueda no he parado de pensar en cómo habrá sido la experiencia para el resto de las familias.

Os cuento todo y os pido ayuda en el vídeo.

Gracias!!!

No siempre

No siempre puedes, a veces te fallan las piernas y te falta el aliento, echas de menos el sueño reparador, la calma y la paz.

No siempre eres capaz de afrontar la frustración, el desasosiego, el dolor y la culpa.

No siempre te sientes fuerte y con esperanza.

No siempre tienes ganas de seguir ni te quieres levantar.

No eres una super, ni una mega, ni una guerrera ni nada, solo una mujer que ha sido madre y ha tenido que afrontar la enfermedad porque no había otra.

No siempre eres dueña de tus propias decisiones, ni eres dueña de tus actos, ni puedes cambiar tu destino.

No siempre puedes sonreír, ni bailar, ni cantar, ni estar tranquila.

No siempre te apetece celebrar lo que tienes, ni ser feliz, ni vivir la vida.

No siempre tienes ganas.

Pero siempre hay algo que tira de ti, de tus piernas, de tu cuerpo, y respiras y caes rendida, y te duermes en cualquier lado.

Siempre hay algo dentro de ti que sabe que puedes sentir dolor y culpa y que no tienes que aguantar todo.

Siempre hay algo que te hace levantarte y te pones el traje de super, wonder o simplemente de pintas los labios y te comes el mundo a cucharadas.

Y siempre sientes que hay un margen personal a pesar de todo lo que te rodea, que hay una pequeña parcela de «tu misma» que hay una pequeña rendija por la que se cuelan tus sueños de mujer sencilla y mortal.

Y siempre hay un momento en el que, entre lágrimas, te sale el mejor de los sarcasmos, la mejor de las bromas y se te mezcla el llanto con la risa.

Siempre suena una canción que hace que se te vayan los pies solos o que cantes mientras lloras en la ducha.

Siempre hay un momento en el que el cielo es medio rosa, medio naranja, medio amarillo y medio azul y te sorprendes a ti misma dejando pasar el tiempo mientras miras por la ventana con la esperanza de que mañana volverá a salir el sol.

Capt. 3. Sin coles, sin apoyos Y nosotros ¿cuándo nos incorporamos?

Miles de familias se han quedado sin ningún tipo de apoyo o terapia porque ni los coles no están abiertos ¿cuándo, cómo dónde, se van a incorporar?

¿Alguien es capaz de decirme en qué plan de incorporación están incluidos?

¿Cómo se tiene pensado mantener esos apoyos?

Niños en educación reglada que sin apoyos no pueden seguir y que necesitan a sus terapeutas como el comer, más incluso que seguir las lecciones ¿Alguien nos tiene en cuenta?

Hoy os transmito mis preocupaciones por mi y por las miles de familias a las que esta situación nos quita el sueño.

Robando vida al tiempo

Hay días que me dan ganas de rendirme, de bajar los brazos y esperar a que pase la vida e ir afrontando cada momento según venga.

No es que no tenga ganas de vivir ni que no sea feliz, todo lo contrario; cada día aprecio más la vida que tenemos. Me apetece reír, bailar, abrazar, disfrutar y hacer que yo, mi entorno, mi familia, mis hijos, mi Pablo sean felices sin pensar más allá.

Es como si esta nueva pandemia que nos lleva a vivir confinados en casa, en suspenso, esperando a retomar nuestra vida, me haya ayudado a recordar lo preciado que es vivir cada momento con la gente a la que más queremos.

Y cuanto más soy consciente de esto, más miedo tengo; pero no miedo al Coronavirus, miedo a estar perdiendo momentos preciosos, salidas al campo, el mar, paseos por la ciudad, salidas al teatro, comidas, cenas y todas esas cosas que nos encanta hacer en familia.

Y también cierto pánico a que todas la citas médicas, las terapias en el agua, sesiones de fisioterapia, logopedia y psicología, que nos estamos perdiendo por no poder salir de casa tengan, a medio plazo, una consecuencia negativa sobre la calidad de vida de Pablo y, como consecuencia, pueda disfrutar menos de todo lo que le gusta hacer.

Porque mientras todo el mundo discute sobre qué es esencial y qué no, si va a haber suministro o no, si va a haber curso o no, si van a salir en abril o en mayo, o algunos son incapaces de no salir a la calle…nosotros seguimos combatiendo a Duchenne, pero con medios limitados y a nuestro Pablo, que echa de menos su cole, sus amigos, su rutina y su vida loca repleta de actividades, pero que es incapaz de quejarse ni una sola vez y es feliz todos estos días dentro de casa, la vida le está robando un poquito más de lo que ya lo ha hecho hasta ahora.

Y yo solo siento impotencia, un poquito más de lo normal, porque no puedo hacer nada por él, por Pablo.

Es como si este confinamiento me hubiera ayudado a hacer las paces conmigo misma y me hubiera enseñado que no pasa nada por no luchar siempre contra Duchenne, no pasa nada nada por estar alerta cada momento, pendiente de encontrar la cura, contribuir a la concienciación, promover la investigación, la la sanidad y los servicios esenciales.

Creo que por primera vez siento de verdad que, más allá de todo esto, lo que mi hijo con Duchenne necesita en primer lugar es VIDA, vida conmigo, con sus iguales, vida como persona individual, singular e independiente; exactamente igual que mi otro hijo, que yo, mi marido, mi mejor amigo, mis compañeros, mis vecinos de alrededor; igual que tú.

Y si mientras vivimos podemos acabar con Duchenne, pues un ole por nosotros; pero no podemos dejar de lado la vida, nuestra vida, porque es lo único con lo que contamos hoy de verdad.