Cansancio

A medida que me he ido familiarizando con la enfermedad y he ido conociendo niños, chicos y hombres con Duchenne, me he ido dando cuenta de lo mucho que les afecta el cansancio en su vida.

Es algo que resulta lógico teniendo en cuenta el tipo de enfermedad que es Duchenne, ya que la debilidad muscular hace que no se recupere el músculo tras un esfuerzo ni de la misma manera que a una persona sana, ni con la misma rapidez.

Así que, independientemente de la edad y del estado en el que se encuentra el paciente, los afectados por Duchenne se cansan mucho. Los pequeños quizá muestren el cansancio más evidente porque les ves tirados en el sofá o sin ganas de nada, pero todos los afectados se cansan, porque incluso mover los dedos de las manos puede suponer un esfuerzo agotador.

Solo tenemos que pensar en como nos sentimos nosotros cuando empezamos a ir al gimnasio, como tenemos las piernas cuando escalamos una montaña después de mucho tiempo sin ir, como sentimos los brazos cuando estamos haciendo obra en casa y tenemos que pintar las paredes, como nos duelen los dedos cuando tenemos que escribir mucho rato, o como nos duele el pecho cuando tenemos un catarro y no dejamos de toser en tres días.

Lo bueno es que nosotros, que estamos sanos, sentimos alivio en unos días; los afectados por Duchenne pueden llegar a recuperarse de ese cansancio extremo, pero nunca deberían llegar a sentirlo.

Y es que el músculo de un paciente con Duchenne no puede estar sin moverse mucho tiempo, pero tampoco puede agotarse nunca, porque entonces podría no recuperarse de ese agotamiento y ser consecuencia de males mayores.

En la mayoría de los casos, el agotamiento muscular se hace visible en la orina, que se vuelve muy oscura. No siempre llega a ser rabdomiólisis, que se produce solo en casos extremos, pero sí que puede llegar a producirse un daño muscular irrecuperable.

Por eso es tan importante gestionar los momentos de movimiento y reposo, y por eso también es tan importante que el músculo este bien entrenado y se encuentra en buena forma, lo que se consigue con terapia física global.

Yo os voy a reconocer que en nuestro caso no llega a ser un problema, porque Pablo tiene el musculo bien entrenado gracias a la terapia física, los masajes y los estiramiento, pero además tiene la capacidad de autorregular ese cansancio y es bastante hábil ahorrando energía cuando tiene que hacerlo o es capaz de pasar una mañana entera descansando en sofá después de un día movido, pero no deja de ser un niño de cinco años.

Claro que hay trucos para regular el ejercicio, como permitirle ir en carrito cuando vamos a una fiesta o de camino al parque, porque así dedica toda su energía a jugar, o dejarle jugar con la tablet o ver la tele mientras está en el sofá cuando hemos estado mucho tiempo fuera andando o jugando… cada uno puede encontrar sus propios métodos según la edad y la capacidad, pero sin limitar sus ganas de disfrutar de sus aficiones, siempre apoyando su inclusión en todas las actividades en las que quieran participar y sin cortar su independencia y autonomía.


Antes de despedirme hoy quiero compartiros un vídeo muy interesante que se grabó hace unos tres años coincidiendo con el Día Mundial de la Concienciación Duchenne en el que se mostraban los primeros síntomas de Duchenne, que pueden resultar claves para un diagnóstico temprano de la enfermedad.

Lenguaje

Si buscamos en Google «el lenguaje en los niños con Duchenne» nos aparecen un montón de resultados sobre este tema, muchos artículos científicos, citas de guías, extractos de documentos donde se reconocer este síntoma y se dan pautas sobre cómo abordar este tema; sin embargo, en el día a día, no todo el mundo relaciona la enfermedad con este tipo de trastornos, ni siquiera entre las familias de los pacientes.

Es cierto que lo primero que nos aprendemos al leer sobre la Distrofia Muscular de Duchenne es que produce debilidad muscular y que nuestro primer miedo es que nuestro hijo pierda la movilidad de forma progresiva, pero a medida que convivimos con la enfermedad nos damos cuenta de lo grave que es este trastorno y lo relevantes que son sus consecuencias.

Y es que el retraso en el lenguaje no solo implica un retraso den la articulación o la pronunciación de las palabras, no solo significa que no se pueda entender lo que se dice; un retraso en el lenguaje supone una dificultad de expresión, de comprensión, de organizar frases e historias, de saber usar preposiciones, de emplear y organizar correctamente artículos y sustantivos (su género y número), de saber conjugar verbos….

Evidentemente, este retraso en el lenguaje y/o en el habla que manifiestan los afectados por Duchenne les causa un gran problema de aprendizaje que puede ser de gran trascendencia en su evolución personal, escolar y social e incluso esté relacionado con otros problemas de conducta, debido a la falta de recursos lingüísticos que hacen muy complicada su relación con el resto del mundo y que les llega a originar una gran ansiedad y frustración.

Así que, hay que abordar este síntoma desde diferentes frentes y con diferentes profesionales como logopedas, terapeutas de audición y lenguaje, pedagogos, neuropiscólogos e incluso con el mismo fisioterapeutas que ayuda en el desarrollo de los músculos implicados en el habla.

Es cierto que no todos los niños se desarrollan al mismo ritmo, pero en el vídeo que os pongo a continuación Pablo tenía ya dos años y medio y apenas balbuceaba palabras; cuando en teoría un niño de su edad comienza a hacer comentarios sobre lo que pasa a su alrededor, puede formar frases de dos o tres palabras, se refiere a si mismo por su nombre, tiene un cierto vocabulario comprensible, repite palabras….

Es verdad que debido al gran desarrollo de la inteligencia musical, en el caso de Pablo, cantando era otra cosa y se le entendía más que cuando hablaba; pero aún así, el retraso del lenguaje era más que evidente y, desde luego, estaba acompañado de un retraso madurativo y de aprendizaje.

Y, aunque el avance es progresivo y últimamente muy llamativo en cuanto a comunicación y aprendizaje, aún muestra un retraso con respecto a su edad.

Y, sinceramente os digo, es uno de los síntomas que, en global, más quebraderos nos da a nosotros en nuestro día a día.


Y para seguir compartiendo recursos importantes sobre Duchenne, os voy a dejar un link a unos vídeos muy interesantes y útiles sobre cómo abordar la enfermedad en todos los sentidos: corticoides, cirugía, corticoides, anestesia, tratamiento físico, fases, transiciones, aprendizaje, ortopedia, etc.

Casi cualquier duda queda aclarada en estos vídeos. Son imprescindibles, os lo garantizo.

Como muestra, os dejo un ejemplo relacionado con el tema de hoy.

Escaleras

Debido a la debilidad muscular propia de la misma enfermedad, hay muchas cosas que a los afectados por Duchenne les cuesta un verdadero esfuerzo hacer. Una de esas cosas es subir y bajar, sobre todo bajar, escaleras.

Es una habilidad que cuesta adquirir al principio de la enfermedad, que les cuesta mucho hacer solos y de las primeras que, una vez que va avanzando la enfermedad, pierden.

Es verdad que no a todos les afecta Duchenne igual, pero si que os podemos contar que en el Duchenne que tenemos en casa las escaleras es uno de los logros que más está costando conseguir, sobre todo hacerlo alternando los pies.

Y es que lo de subir y bajar escaleras implica el movimiento de muchos músculos, supone tener fuerza y equilibrio y es un ejercicio que produce mucho desgaste y para el que hay que hacer un verdadero esfuerzo.

Si no tenemos ningún problema físico, no nos damos cuenta de todo lo que hacemos al subir y bajar escaleras, pero solo tenemos que pensar en lo mucho que nos cuesta bajar cuando tenemos agujetas o subir cuando estamos cargados.

¿Habéis pensado alguna vez en la cantidad de veces que usamos escalones o escaleras a lo largo del día?

¿Os imagináis que cada vez que lo hacéis lleváis 25 kilos encima? ¿y hacerlo de puntillas siempre?

Eso es a lo que se enfrentan nuestros niños durante años y trabajan mucho en sus sesiones de fisio cada día para subir y bajar con menos problemas y les supone una gran frustración no poder hacer o hacerlo más despacio que los demás.

Por cosas como estas Duchenne nos quita calidad de vida cada día… y por cosas como estás os pedimos comprensión, empatía y, por supuesto, ayuda para la investigación.

Así que hoy lo que os voy a compartir es el link a la zona web de Duchenne Parent Project España donde os explican la cantidad de formas que hay para colaborar económicamente con toda la comunidad Duchenne

Estas de la imagen solo son algunas, pero hay muchas maneras de ayudarnos, porque la única forma que tenemos de curar a nuestros hijos es con investigación y para ello necesitamos mucha inversión privada, porque más opciones no hay.

Muchas gracias de antemano por vuestra ayuda.

¡Hasta mañana!

Duchenne foto a foto, palabra a palabra

Dentro de apenas 15 días se conmemora, una vez más, el Día Mundial de la Concienciación de Duchenne.

Un 7 de septiembre más en el que daremos a conocer qué es la DMD, qué supone para una familia, un día más en el que reivindicaremos una cura para nuestros hijos, un tratamiento, una mejora en sus condiciones sociales y físicas, un día para concienciar y mostrar, para pedir, para tener esperanza.

Este año, por diversos motivos, no vamos a organizar ningún evento, pero no vamos a dejar pasar la opotunidad de hacer ruido y de dar a conocer.

Este año, durante estos quince días que quedan hasta el 7 de septiembre, vamos a ir desgranando el abecedario enseñándoos qué es Duchenne, qué nos afecta, qué nos mueve, cómo vivimos, cómo luchamos,

Cada día, desde mañana, podeis seguir esta inicativa aquí en el blog y en todas las redes de El Desafío de Pablo: Facebook, Twitter o Instragram.

Además, os instamos a poner el globo rojo, símbolo del Día Mundial de la Concienciación de Duchenne, en vuestros perfiles de Facebook.  Os dejo aquí un link directo a mi perfil personal para que veais lo fácil que es ponerle cara a esta lucha diaria.

Acabo ya con una pequeña reflexión: el 7 de septiembre no celebramos nada, solo reivindicamos y concienciamos, y esperamos que un año, no dentro de mucho, no tengamos que marcar en el calendario ningún 7 de septiembre porque Duchenne ya habrá pasado a la historia.