Esta semana escribo yo, Chris, otra vez. Resulta que Nuria se fue a Madrid unos días para ir con Héctor al hospital para quitarle la escayola y nos quedamos Pablo y yo en casa.
Seguramente le habría encantado a Pablo irse con su mami y con su chache, pero no queríamos que perdiese una semana entera de terapias, y como en mi empresa la conciliación es muy importante y tengo la suerte de poder trabajar desde casa, se quedó conmigo.
Así me fui enterando de como es el día a día de Nuria y, la verdad, es que es para ponerle un monumento; todavía no entiendo como es capaz de levantarse cada día con esa sonrisa tan contagiosa…
Pues aquí estuvimos los dos, yo con mi portátil, él con el suyo, cada uno trabajando en sus cosas. Y se portó de maravilla, la verdad; tan tranquilo y a la vez tan espabilado, tan bueno y a la vez tan travieso, suena a imposible, pero así fue.


Así fue hasta que volvió Nuria y le descubrió un granito en el cuello el jueves por la noche que el viernes por la mañana ya se había multiplicado, cubriendo cara, cabeza y espalda. El pediatra no tardó ni 3 segundos en confirmar nuestras sospechas: el niño tiene varicela…
Y así fue nuestro finde, con apiretal, cristalmina y noches muuuy cortas.


Hoy por la mañana hemos celebrado la tercera edición del grupo de ayuda mutua (GAM) de la Asociación y, la verdad es que nos gusta cada vez más; especialmente después de conocer a muchos de los participantes en persona en la Asamblea. Juntarse con gente que ha vivido y vive lo mismo es librarse de un peso, el peso de tener que explicarte, de no saber si te entienden, temer que alguien diga algo sin pensar que te pueda hacer daño. Es una hora y media libre de preocupaciones, somos como una familia bien avenida. Nos encanta.
Vamos a despedirnos con un vídeo, uno de los prefes de Pablo. Le gustan los Cantajuegos, de verdad que le gustan, pero su canal preferido son los 40 principales… En cuanto suena una canción con mucha marcha, se pone a bailar como una furia! A veces ya vale con decir una frase de una canción y mueve las caderas como Elvis!
Gracias por compartir con tanta alegria!
Me gustaMe gusta
Pobrecito mi chiquitín, mira que tener la varicela. Bueno la verdad es que como normalmente la suelen pasar todos los niños, ya pronto la tendrá pasada pero con lo molesta que debe de ser.
Menos mal que él es tan fuerte y bueno.
Cada día estoy más orgullosa de vosotros como padres. Sois ejemplares.
De mi niño qué voy a decir, que me tiene tonta porque cada día está más precioso y es más cariñoso.
Cuando le escucho decirme tata se me cae la baba y al verle reír al besuquearlo y hacerle cosquillas, me hace tan feliz.
Es un maravilloso regalo !!!!
Me gustaLe gusta a 1 persona